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CABELLOS COLOR MEDIANOCHE

  No quiero que temas, de mis justificadas creencias, resucito en tus espejos, cuando la tan oscura noche me llora y clama, tan apasionada y consumida, en un rubor de deseo obsesivo, mi muy gustoso dulce de recuerdos.   Por siglos, simultánea. Cicatrices y marcas de una cruz, que aún me cuesta levantar. Carne débil, de velos negros.   Bienaventurados arquetipos, sigo siendo perpetuamente humilde, cuando me levanto en mis huesos, y recita mi existencia, la reencarnación del amor.   Sin delito, más bien clásica en mi verdad. Retorno a esa pálida promesa, a esa boca cuyas palabras, se hallan fallecidas.   No hay enfermedad ¡Querido mundo! que apague la luz de esta obra. Retiro mis lágrimas de sustancia vital. Soy el agonizante despertar de la muerte, tu conjuro de vergüenza desnuda.   Lejos de ser tu veneno, ante mi agridulce amado, busco un futuro de diálogos secos, en contra del mismísimo Dios.   Camino hacia el tal

PÚRPURA ELÉCTRICO

Querida Yadira He leído muchísimas veces la carta que hace exactamente un mes tuviste la amabilidad de hacerme llegar con todas tus quejas y acertados argumentos. He llegado a algunas conclusiones, a cada cual más peregrina que la anterior. Sin duda lo más importante es el hecho de que me haz abierto los ojos. Es cierto que durante mucho tiempo he negado tu existencia como una parte fundamental de mi personalidad, más que nada por miedo. Dijiste que no me atrevía porque temía la reacción de la gente y lo que podían decir de nosotros y estás en lo correcto. Lo supe cuando me enfrenté por primera vez al mundo, cuando me olvidé por completo de todas las tardes que pasamos juntos en casa, vistiéndonos y maquillándonos con la ropa de mamá cuando nadie nos veía. Fueron tardes maravillosas, yo lo sé. Éramos unas auténticas reinas que podían rivalizar contra cualquier diva de las películas del cine de oro que pasaban en la televisión los fines de semana. Nuestros pies caminaban con e

FRENTE A TI

  Desde que tengo memoria hemos estado juntos, cuando niños jugábamos a hacernos caras chistosas, de adolescentes te ayude a arreglarte para tu primera cita y ahora de adultos, nos cepillamos los dientes juntos antes de que tengas que ir al trabajo. Eras la persona más importante de mi mundo y creí conocerte mejor que nadie, pero me equivoqué. Sabía que no estabas en tu mejor momento, tu jefe no dejaba de regañarte, recién habías terminado con tu novia, peleaste con todos tus amigos e incluso trataste de esconderte de mí por varios días. No sabes lo mucho que me alegré cuando volví a verte, no importaba que tan demacrado lucieras, tenerte frente a mi significaba que juntos saldríamos adelante. Para mi desgracia, aquella emoción desapareció tan pronto y como te vi levantar aquella navaja, como un idiota intenté de convencerme de que solo sería para rasurarte, pero por la mirada en tus ojos, no tarde en comprender lo que realmente pretendías y tras soltar sobre mí la primera ol

EL FANTASMA DEL TITANIC EN LAS COSTAS DE CAMANÁ

Si eres hermano del sol, las olas, la arena, el mar y escribiste tu nombre en las mismísimas arenas del paraíso. Podrás ver a este coloso tomado a la fuerza y arrastrado por las corrientes del oleaje influenciadas por la luna. Si, así como la luna influye en la fertilidad de la mujer que amas del mismo modo la romántica luna influenció en el destino final del barco más lujoso que se haya construido. Todo esto debido a una insuperable promesa de amor, promesa por la que claramente vale la pena luchar aún después de muerto; ni el tiempo ni el viento ni el invencible mar impidieron que esta promesa se cumpla, pero ¿Qué palabras se arrullaron al oído de un desconocido pasajero que naufragó en el transatlántico en 1912? ¿Qué encantos? ¿Qué tesoros poseía esta hermosa mujer? sus hermosas piernas sus formidables brazos sus lindos labios o acaso sus ojos que equivalen a dos estrellas en pleno esplendor ¿Será inglesa, chilena? ¿Acaso camaneja? ¿Cómo hizo capaz a un simple mortal? de descubr

LOS JUGADORES DE CARTAS

  Ahora vuelvo a la imagen de dos jugadores que están siempre estudiando sus cartas y que nunca las juegan. Siempre somos varios quienes nos paramos frente a la mesa del bar a la que se sientan ambos jugadores.   No hay mucho espacio frente al cuadro en esta sala del museo. Siempre el mismo juego. Los dos mismos jugadores, uno frente al otro, sosteniendo entre sus manos las mismas cartas, sin ganar ni perder nunca su partida. Y nosotros, siempre mirando con curiosidad, aun de distintos ángulos, la misma mesa de bar con los mismos jugadores.   Estaré muy cambiado desde la primera vez que participé del juego. Una especie de inmortalidad –un múltiple juego interminable– nos une, a los dos comensales que sostienen sus cartas y a los visitantes del museo. Breve biografía: Marcelo Sánchez escribe poemas, relatos y ensayos. Nació en Buenos Aires, Argentina, y vive en Alemania. Sus trabajos han recibido varios reconocimientos,

AQUELLA NOCHE

  Madrid, su noche, su gente y un sábado más donde esa combinación hace que sus bares y discotecas estén a reventar. Todos disfrutaban de su vida sin preocupaciones ni restricciones, pero para Beatriz definitivamente no era así. Hoy era su última noche de diversión absoluta en esta vida que hasta ahora ella llevaba sin preocuparse con nada más que recorrer el mundo después de haberse graduado en la universidad. A partir del lunes, su vida cambiaria para siempre. Le tocaba hacerse cargo del bufete de abogados de su madre. Una gran responsabilidad para una chica todavía no entrada en los treinta. Beatriz no entendía porque desde que murió su padre, su madre no había rehecho su vida y se contentaba con ser una mujer fría de mirada perdida. Ella era la única hija y por lo tanto la única heredera del imperio hotelero Espora. Pero había gente mucho mejor preparada que ella para ese cargo.   A pesar de sus protestas y buenas argumentaciones para rechazar el puesto, su madre la hab

ESCONDIDAS

  Autor: El Tío Carril   Ya gané, seguro, otra vez. Soy una campeona de las escondidas, aunque Martina diga que hago trampa. Ella también hace lo mismo siempre. Yo ya me doy cuenta porque soy más grande y además porque mamá me dice todo el tiempo que cuando venimos con Martina a la plaza no me tengo que abusar de ella porque es más chica y es medio retardada. Mamá no dice “retardada”, cuando habla conmigo, pero yo la escuché varias veces cuando habla con la abuela Sofía, y le repite siempre que la tía Felisa es una pobrecita que la dejó el marido y le salió una hija retardada. Pero Martina se aprovecha de todo el mundo, yo ya me di cuenta así que ahora yo también. El señor me guiñó un ojo desde el banco donde estaba sentado y después se llevó el dedo a la boca, como la foto de la enfermera que había en el hospital cuando mamá me llevó a ver a Martina, que le habían operado las amígdalas. Yo no quería ir y encima mamá le compró un montón de helado y yo no pude comer nada porque no e