TE PERTENECE
La hermosa joven leyó aquella carta,
con cierta inquietud y temor.
<<Claudia. ¿No entiendes que mi
corazón es tuyo? Vivo cada instante y cada latido pensándote. Mi herido corazón
te pertenece desde que pronunciaron mis labios por primera vez tu bello nombre.
Espero no lo rechaces esta vez. Te lo entrego. Es todo lo que tengo. Acéptalo.
>>
La joven contemplaba con resquemor la
bolsita negra que se hallaba sobre la alfombra de su puerta. En su interior
había una caja pequeña envuelta en papel de regalo. Rememoró las palabras vacías
que cruzó con aquel chico extraño, días atrás.
–Solo seré tuya cuando me entregues tu
corazón. –decía ella con desdén.
–¿Realmente así lo deseas?
–Sí. En una caja de regalo– concluyó Claudia
bromeando alejándose de él.
Claudia temerosa extrajo la caja del
interior de la bolsa negra y desprendió el papel de regalo con la respiración
agitada. Una materia viscosa y roja ensució sus blancos y finos dedos.
FIN
VERÓNICA
VÁZQUEZ
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