UNA DELGADA LÍNEA
¡Hola, soy Juan y soy
adicto a la escritura!
Así comenzó mi martes
en el grupo de escritores anónimos. En realidad, la frase que utilizo Juan es
la que solemos usar todos cuando venimos por primera vez a recuperación. Sé
que, si bien es bastante sabido, es bueno aclarar que las adicciones son todo
aquello que trastorna nuestra mente y se acopla a nuestra rutina de forma casi
permanente o al menos eso me han dicho.
Mi adicción se dio en
etapas, déjenme les cuento. Primero, fue el afán de una buena historia que
encontré, luego fue la biblioteca y después vino lo peor, tomé una hoja en
blanco y con el lápiz en mano, empecé a escribir. Mi dependencia fue tal, que
ya no comía ni dormía por escribir. Todo debía documentarse, cada situación se
convertía en la introducción de una novela, después vinieron los capítulos,
comenzaron a llegar uno a uno. Los personajes me exigían que escriba, que les
dé un motivo para existir, que les construya castillos o simplemente, que les
rompa el corazón y yo, que siempre fui débil no podía hacer otra cosa más que
escribir. Hasta que un día, y cincuenta capítulos después, me desvanecí camino
a la editorial. Ese día, bueno el siguiente en realidad, comencé a asistir a
este grupo.
Pocos saben de esto,
pero ese día en que me desmaye, nadie se alteró por mi ausencia y cuando
desperté en esa camilla, estaba literalmente solo, aunque un folleto llamo
fácilmente mi atención, era de escritores anónimos, obviamente largue una
carcajada al leer ese título, pero luego un psiquiatra me explico de mi
condición y entendí. Hoy Juan, con sus ojeras bien delimitadas, me recordó por
qué estoy aquí y eso me tranquilizo. Escribo sí, pero con la moderación de
quien sabe discernir entre un habito y una adicción.
Flor Rodriguez
(Entre Ríos, Concepción del Uruguay) es una escritora novel, quien edito su
primer libro en el 2021 “Una historia sin igual”. También dicta talleres de
escritura creativa. Ha participado una gran variedad de antologías nacionales e
internacionales.
Facebook:
historias de una vida cotidiana/ Instagram: @taller.tallando.historias
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