LAS PUERTAS DE JIM

 

Escapa y eso es lo que le hace sentido, lo persiguen desde hace veinte años, hoy está oculto en el desván, tiene ideas que le figuran huidas que lo sacarán, pero no con el cuerpo y el alma completos, tiene que dejar algo,

es un intercambio, unos dejan sus sesos, otros dejan personas,

no se ha abandonado totalmente, resiste en la esquina del desván, las voces que lo llaman lo hacen con un tono bastante familiar, se levanta porque confía, en este momento no pretende saber que confiar acarrea desdichas y violencias,

no miente para escapar, no manipula para sortear a los congéneres, se avista con tenacidad y mueve la muñeca notando que sigue con el arma en la mano, colige que la está usando, pero no distingue con quien,

su cuerpo tiene sangre, no atina a adivinar de quién es, el cuerpo le duele, pero las angustias le frenan el dormir, no ahora, aquí no,

ha conseguido unos minutos más para adivinar o consultar su suerte, el aire que entra por su espalda le da una pista, hoy le esperan y hay algunos que le desean el bien,

las angustias vuelven a frenarle, ahora no colige, ya no ve, se esfuma bajo la cortina de baño, suelta sus fuerzas y los hombros caen,

ese hombre ya venía dislocado, desde hace más de treinta años cuando otros ya venían formando la idea de su existencia.



Dilan Chino Sandoval    28 años. De CDMX. México. Oriundo de Xochimilco

Hemos colaborado en más de 30 ocasiones en revistas digitales. Tenemos publicados dos libros, uno llamado “Intersticios en el desayuno” disponible en Amazon, y “Carnes, huesos y pellejos” en editorial Palabra Herida.

 

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