LOS ÚLTIMOS
Estoy
por marcharme del único mundo que he conocido y realmente no siento nada, pocas
veces he probado bocado, pero jamás he saciado mi hambre, la oscuridad de los
cielos nunca me permitió ver el sol y aunque ya no hay ruidosas ciudades, nunca
he podido conciliar el sueño.
Mi
nombre es Elías Salas, soy el capitán del arca espacial A-001 y soy parte de la
generación Z, no aquella nacida entre los finales de los noventa y principios
del 2000, sino la última que nació después de la guerra “Zombi”.
Todo
ocurrió en el 2180, cuando la humanidad estaba al borde de la extinción por la
falta de recursos, las guerras y enfermedades sumamente infecciosas que se
esparcieron por todo el globo.
En
busca de preservar la vida, las mejores mentes del planeta idearon un gen que
podía convertir a las personas en seres virtualmente indestructibles, en
secreto lo implementaron en las zonas de mayor conflicto y enfermedad,
esperando que todas sus simulaciones y experimentos funcionaran en la realidad.
Para
suerte del mundo, el gen funcionó o al menos lo hizo en un principio, pronto
las personas comenzaron a curarse de las distintas enfermedades, el sueño y el
cansancio habían dejado de ser un problema e incluso las más potentes armas no
podían hacer ni mella en los cuerpos de los humanos con el gen en su interior.
De
a poco la vida volvió a prosperar, las enfermedades habían desaparecido y las
guerras ya no tenían sentido si el enemigo no podía morir y justo ese fue el
comienzo de los problemas.
Aunque
el gen en un principio había logrado su cometido tenía un efecto curioso en
quienes lo poseían, pues todos presentaban un hambre voraz que solo podía
saciarse con la carne de todos aquellos que no contaban con el gen.
Fue
así como la guerra Humano-Zombi se apoderó del planeta y aunque los humanos lo
intentaron por años, no pudieron frenarnos.
Nosotros la generación Z somos
descendientes de aquellos impregnados con el gen, nuestros padres devoraron al
mundo y aunque nosotros conservamos el intelecto y la razón, también heredamos
su hambre.
El problema, es que en este
mundo muerto solo quedamos nosotros, ya no hay más comida y nuestra única
opción es buscarla en otros mundos.
Mi arca espacial está lista
para despegar, espero que a donde sea que vayamos…encontremos comida.
Semblanza
del autor
Ronnie
Camacho Barrón (Matamoros, Tamaulipas, México,1994)
Escritor, Lic. en comercio internacional y aduanas, y Técnico Analista
Programador bilingüe, ha publicado 2 Novelas, también 10 libros
infantiles y una antología de cuentos, colaboro en 14 antologías y
publicado textos en más de 139 revistas y blogs.
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